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    La soja y la revolución de los ricos

    "La decisión que enfureció -al mundo soja híper-concentrado- es que no figura en el presupuesto del 2017 la rebaja del 5% prometida por MM en campaña"


    La Argentina, sin duda, está viviendo un estado revolucionario, un momento de excepción, una verdadera revolución… de los ricos; solo en ese contexto se explica y entiende que los sectores minoritarios de la sociedad sigan reclamando hasta el último peso, sosteniendo sus demandas más profundas, como es la eliminación total de los derechos de exportación. Sin importarle nada ni nadie pareciera que ellos solos habitan el planeta tierra. La decisión que enfureció “al mundo soja híper-concentrado” es que no figura en el presupuesto del 2017 la rebaja del 5% prometida por MM en campaña. Estamos hablando de aproximadamente 1000 -nada desdeñables- millones de dólares. Pero ¿quién es el señor soja que se lleva semejante botín? ¿Cómo se repartirían los 1000 palos verdes reclamados? El mundo soja es un mundo extremadamente concentrado, no más de 10.000 empresas producen el 74% del oro verde. Se hacen llamar “productores” y se sienten héroes nacionales porque dicen que aportan millones en retenciones. Son apenas un minúsculo número de… diez mil, frente a cuarenta millones de argentinos. Depredan nuestros bosques, fumigan inclementemente a nuestros pueblos, generan las constantes migraciones rurales y no crean un mísero puesto de trabajo, pero se sienten los dueños del país a partir de lo que aportan por retenciones… son una verdadera plaga nacional. Empecemos por limpiar el terreno de beneficiarios, pues es poco y nada lo que derraman hacia abajo. Los peones casi ni la huelen, el “Momo” es parte de la patronal. Los camioneros disputan fuerte con productores, cooperativas y acopios (no son de Moyano). Este año hubo un duro conflicto por las tarifas, allí derrama una parte pequeña. Los pequeños productores que hacen soja son la mayoría numérica pero la minoría en volumen productivo, ven migajas, por razones varias, muchas obvias (la escala) que no es el momento explicar, los contratistas rurales son los que trabajan la tierra, los costos se le fueron a las nubes, solo el gasoil aumentó en 6 meses un 35%. El 80% de la tierra la trabajan los contratistas. Es la agricultura de tres pisos. Dueños de la tierra, contratistas y pools. Ese es el esquema productivo de la Argentina sojera. Son los protagonistas excluyentes y exclusivos de este modelo que hemos denominado: monocultivo inducido con concentración de tierras y rentas, no más de 10.000 empresas que son los dueños de la soja y... de la Argentina.

    Las retenciones siempre las pagaron los que tienen el grano físico, sean productores de verdad o rentistas. Las compañías internacionales fijan los precios internos a partir del internacional, menos retenciones, aunque ellas después subrepticiamente practican una segunda retención interna que al estar totalmente cartelizada terminan pagando al productor lo que quieren (ver el excelente libro al respecto de Martin Burgos y otros, La soja entre el monocultivo y las necesidades de divisas). Ahora bien, nos encontramos en esta particular etapa del país en plena la revolución… de los argentinos ricos. Quieren toda la plata… y además apropiarse del término productor… ¡¡¡Y de productores no tienen nada!!! Con esa apropiación filológica intentan conseguir una licencia social para una forma de hacer agricultura que es altamente contaminante, depredadora y está súper concentrada; tratan de darle una cobertura lingüística virtuosa a su actividad económica. Se sienten héroes y patriotas, cuando no son más que simples rentistas y especuladores financieros. De productores no tiene nada y de próceres menos. El rentista agrario es el amplio ganador de la era Macri. Es el que vive “de la ciega a la siembra en la taberna”. Puede ser un personaje rural o citadino, depende del tamaño de tierra que posea. Pero vive de alquilar el trozo de campo que le tocó en suerte heredar, es el productor de sofá y shopping… pero producir… ni ahí. Son los hijos de los viejos terratenientes, latifundistas, dueños de la tierra que de ganaderos se reconvirtieron a arrendatarios sojeros. Junto con los mega-empresarios, financistas o pools de siembra, son la combinación que produjo el sujeto dominante en el mundo agrario de la etapa. El pools representa la introducción del capital financiero en la agricultura. Es el que se apropió de la plusvalía que generó el adelanto científico-técnico en el sector.

    Los 1000 palos, si se consuma la quita, sumados a los otros 1663 ya transferidos, son unos hipotéticos (hasta hoy) 2663 millones de dólares. Una “gauchada” que, si se hace, será la mayor transferencia histórica de recursos a un sub-sector económico, tan pequeño en términos cuantitativos, en tan breve lapso. Saqueo solo equivalente al del sector financiero en términos de: “juntarla con la pala tan rápido y tan pocos”. ¿Es o no es una revolución de los ricos?

    Por eso hay que tener mucho cuidado con los discursos generalistas. No somos todos iguales, ni el campo es uno solo. ¿A quién defienden las organizaciones gremiales agrarias cuando plantean la rebaja indiscriminada de derechos de exportación? Por eso, siempre defendimos las políticas públicas diferenciadas y la segmentación de retenciones… no todo es igual en el mundo rural.

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